La elección de los colores de las paredes, los frentes, los puntos de luz ambiental y el revestimiento del suelo desempeñan un papel determinante.
El reto es mantener cierta armonía en el conjunto de la estancia.
Adapta el estilo de tu cocina equipada al de la sala de estar con los mismos patrones gráficos y cromáticos del salón.
En cuanto a la iluminación, apuesta por lámparas de techo y puntos de luz ambiental, así como por focos integrados encima de la encimera. La luminosidad refuerza también el ambiente del comedor.
En cuanto a los suelos, puedes elegir revestimientos y dibujos gráficos distintos en los dos espacios, pero manteniendo cierta continuidad.