Estética:
En un mueble de TV, buscamos sobre todo una estética atractiva y acorde con nuestro estilo de decoración. Se puede elegir un diseño moderno, minimalista, escandinavo o incluso un estilo más tradicional según nuestras preferencias. Existen diferentes materiales dependiendo del producto: madera (roble, pino…), múltiples colores (negro, blanco, crema, marrón…).
Funcionalidad:
Un buen mueble de TV debe ser funcional. Debe incluir opciones de almacenaje como baldas, cajones, puertas o compartimentos para organizar cables, aparatos electrónicos, DVD, videojuegos u otros accesorios.
Tamaño y capacidad:
Buscamos un mueble que se adapte perfectamente al espacio disponible en nuestra sala de estar. La capacidad del mueble para soportar el peso de nuestro televisor y nuestros aparatos electrónicos también es esencial.
Soluciones para ordenar los cables:
Un buen mueble de TV colgado ofrece soluciones para ordenar y ocultar los cables. Los pasos de cables integrados o los compartimentos específicos permiten mantener un aspecto limpio y ordenado.